Incansable, luchador independiente desde hace 20 años, el músico de Lanús ofrece en su cuarta placa una suerte de homenaje a la música donde profundiza su base en el reggae roots y lover, siempre sustentado en su clara y afinada voz.
“Yo siento que lo que hago es música popular, elijo el reggae pero sé que podría cantar boleros y que también me sentiría cómodo, porque mamo música de todos lados y le presto mucha atención a la voz”, aseguró Dread Mar - I.
Su peculiar y sólida forma de interpretar, sus pegadizas melodías, su mensaje espiritual y su profesionalismo a la hora de abordar la música y de subir a un escenario, se complementaron para que este solista fuera seguido cada vez por más gente.
El ex Mensajeros y cantante invitado de Dancing Mood -banda instrumental liderada por Hugo Lobo, con la que llegó cantar en el Ópera y en Luna Park- sostuvo que todo el éxito que actualmente lo acompaña se dio naturalmente y que de alguna manera “todas las cosas me llevaron a donde estoy”.
LLEVADO POR LA MÚSICA
Para el cantante, el secreto de su convocatoria está en la forma de interpretar sus canciones y en el mensaje. “Mi mensaje es muy directo, no ando con muchas vueltas para decir ‘te amo’, eso hace que las cosas crezcan”, afirmó el cantante.
“La música te lleva a caminos que no pensaba que ibas a llegar a dar. A mí me tocó hacer música con la voz”, agregó Castro, autor de temas redondos que en los recitales son interpretados de punta a punta por los fans que cosechó en conurbano bonaerense, en Capital Federal y en diferentes ciudades del interior del país.
En sus composiciones y en todos sus discos se pude apreciar un fuerte compromiso religioso, algo que podría provenir de familia, aunque la música fue el motivo para que el cantante se relacione con Dios.
“El reggae me llevó hasta la religión. Escuchándolo, sin entender inglés, sentía cosas más allá de la música. Cuando empecé a entender, fue una revelación para mí. No voy a la Iglesia, prefiero cantar y hacer canciones a Dios, esa es mi forma de manifestar lo que siento en el corazón. Desde el reggae conocí a Rastafari. Después aprendí, leí. Otra cosa que me llevó a creer fue mi pelo. Lo tenía corto y me crecía feo. Cuando decidí hacerme dreads me decían: “No te va a agarrar, tu pelo es muy fino”. Sabía en mí ser que iba a tener el pelo como lo tengo ahora, lo sentía. Y no lo hice por moda. Leí en la Biblia el Voto de Nazareno, que dice, entre otras cosas, no te cortarás más los pelos de tu cuerpo. Tomé ese voto a los 18 años y hoy tengo el pelo que sentí que debía tener”, comentó el cantautor.
DESTINO REGGAE
Desde los ochos años de edad, Mariano –como sus seguidores optan por llamarlo- comenzó a tener relación con la música. “Invisible Touch” (“Toque invisible”) de Génesis y “The Dark Side of the Moon” (“El lado oscuro de la luna”) de Pink Floyd fueron los primeros discos que recibió de regalo de su padre. Sin embargo, su relación con el reggae fue mediante un tío que le alcanzó “Leyenda” de Bob Marley. “Toda mi vida escuché música desde chico. Cuando me llega “Leyenda” comencé a preguntar y leer hasta que me llegó Burning Spear (músico jamaiquino) que me volvió completamente loco. A partir de ahí me di cuenta, a lo largo del tiempo, que el reggae era la única música que podía escuchar todo el día”, dijo Drear Mar - I.
“Frecuencia reggae” (’94) del grupo Los Cafres le hizo una apertura de cabeza al “rastaman”, al advertir que él también podía cantar bien el reggae en castellano. “Había escuchado otras bandas de reggae pero no me parecían tan reggae como el que a mí me gustaba. En mi opinión, el primer disco de reggae bien tocado y respetado fue “Frecuencia Cafres” que lo cantaba todo el santo día”, recordó Mariano.
Luego de algunas experimentaciones con bandas propias el cantante recala a Mensajeros, cuando fue invitado por una amiga –saxofonista de uno de sus grupos anteriores- a un show. “Fue la primera vez que iba a un recital de reggae que no era de Los Cafres. Ese mismo día me invitaron como coristas porque se iba el tecladista. Después que se fue el cantante y me puse como “frotman”. En esa época (’90) la gente que iba a ver a Riddim, Resistencia Suburbana o Nuevas Raíces eran unas 200 personas. Todos esas bandas nos conocíamos y es lo que pasaba”, señaló el también baterista que supo tocar en San Martín de los Andes, Neuquén.
Siete años duró su historia con Mensajeros hasta que se editó el disco “Luz", que precisamente tiene su voz. Tiempo después, el programa “Gravedad cero” le solicitó una canción a Mariano, quien a cambio le solicitó la edición de su primera placa: “Jah Guía” (2005). “Lo hice divirtiéndome con un teclado, mientras estaba en Mensajeros. Lo grabé para escucharlo en mi casa, sin pensar en que podía pasar comercialmente y, cuando se editó, la recepción fue excelente. La experiencia de este disco fue una de las más lindas que tuve”, dijo el cantante.
Hace un tiempo que el género se ha expandido por diferentes puntos del país. Festivales y el ascenso de algunas bandas a los primeros planos son muestras de su evolución. Pero de todas formas para Drear Mar I, esta música no es una moda pasajera de ahora. Sino que siempre existió. “Hay mucha gente que dice que el reggae está de moda. Y no está para nada de moda. Lo que pasa es que hay gente que trabajó, le puso mucho esfuerzo para que esto suceda. Ahora hay marcas que llegan y es más fácil armar todo.
UN MOMENTO ESPECIAL
Si bien su gente siempre fue acrecentándose, la difusión de sus canciones en los medios radiales -como fue el caso de “Inspiración”, tema incluido en su primer disco- le dieron un fuerte envión a su carrera. Ahora su figura quizás se ha vuelto más conocida y la calle se lo hace saber de alguna forma a pesar de que lo tome como algo natural, ya que tiene claro que es parte del momento.
“Trato de no involucrarme en cómo me va yendo. Soy consciente de la gente que me escucha. Después, lo que pasa en la calle lo tomo como algo natural, es parte de lo que hago. Todos me preguntan ''''''''''''''''''''''''''''''
LOS GUERREROS DEL REY
Al igual que en sus otros trabajos, en “Viví-en Do” Dread Mar-I está acompañado por Los guerreros del Rey.
Adrián Romero (teclados)
Alejandro Ramos (guitarra)
Fabián “Pigu” Loredo (bajo)
Walter Aguirre (batería)
Lucas Colamuci (trompeta)
Martín Gariglio (saxo).
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